martes, 6 de abril de 2010

Marco Teórico

Los problemas que los niños enfrentan en el aula sobre la comprensión lectora pueden ser un elemento que interfiera en el aprendizaje significativo del niño, por lo que la presente investigación permitirá confirmar o refutar lo anterior. Otro factor que influye en la comprensión lectora del niño, es que los textos son aburridos y extensos, lo que crea el desinterés del niño para leerlos, mucho menos el de comprenderlos. Lo cual será un obstáculo para convertirse en un lector espontáneo, que pueda interpretar y construir un nuevo conocimiento.

La lectura es uno de los procesos fundamentales para el desarrollo armónico del niño, y la consolidación de futuros aprendizajes, pues mediante el uso comprensivo de la información, el niño puede acceder al conocimiento. Por esta razón, son objeto de diversas investigaciones que intentan explicar cómo se aprende a leer y qué hacer para ayudar al niño.

*Proporcionar al niño situaciones de aprendizaje afectivas, incorporando la experiencia previa de estos, y a partir de esto, propiciar la comprensión de la lectura.

*Cuando el docente les coloca en situaciones de aprendizaje que les permita descubrir por si mismos, entonces, la lectura se convierte en una oportunidad para construir su propio conocimiento del mundo y establecer relaciones con otras personas, a través de la comunicación.

jueves, 1 de abril de 2010

Referente Teórico

Consejos de cómo acercar nuestros hijos a los libros y a la lectura

Todos sabemos que el habito de la lectura es un gran estímulo a la creatividad, imaginación, inteligencia y a la capacidad verbal y de concentración de los niños. Todos sabemos que los libros deberían estar presentes en el día a día de los niños, del mismo modo que sus juguetes. Todos sabemos que los libros nos enriquece a todos y que nos lleva a bucear en aventuras, historias, y en riquísimas informaciones.

El libro es una gran ventana a la formación en todos los sentidos. Podríamos estar aquí hablando y hablando acerca de los beneficios del libro para los niños, pero no pararíamos jamás. Lo importante es tener claro que los libros son importantes, pero el acto de leer, si posible todos los días, es lo que llevará a su hijo a este rincón tan exquisito que es la aventura del saber, del conocer y descubrir. Además, si encima los padres y las madres comparten el momento de lectura de un libro con los hijos estarán estableciendo un lazo especial entre ambas partes.


Un lector no nace, se hace

El interés por la lectura se debe inculcar a un bebé desde la cuna y tratar, con persistencia y dedicación, que se convierta en un hábito. Es fundamental para los niños que aprendan a buscar conocimientos mediante la lectura desde la más temprana edad. Los niños deben oír historias lo antes posible. Se recomienda además que lo hagan con disciplina, es decir, teniendo preconcebida una hora al día para hacerlo. Podría ser a la hora de dormir, o después de comer, y lejos de cualquier distracción.

No es necesario esperar a que un niño lea para que él pueda tener contactos con los libros. Hay libros para todas las edades. Libros sólo con imágenes, para que los padres vayan indicando el nombre de cada imagen y haciendo con que el bebé lo repita, hay libros con vocabularios, es decir que además de la imagen lleva también el nombre debajo de la misma, para que el bebé vaya visualizando las letras y las palabras. Y los libros con texto e ilustraciones para los niños que ya saben leer.
Los padres de niños que todavía no saben leer deben leer una y otra vez lo que sus hijos les piden. No deben limitar sus gustos. Que ellos lean lo que les interesan, sea lo que sea.

Los padres deben valorar el momento de lectura de los hijos. Valorar y diversificar los temas hablando de ellos con los niños, favoreciendo todo tipo de libro, sea del material que sea (tela, cartón, plástico, etc.), y valorar el tiempo que los niños se dedican a la lectura.


Los beneficios de la lectura para los niños

Los beneficios del libro para los niños son incalculables y para toda la vida. Lleva al niño a querer leer, a buscar saber, a adentrarse en el mundo del arte, del dibujo y de la imagen a través de las ilustraciones. Aumenta su habilidad de escuchar, desarrolla su sentido crítico, aumenta la variedad de experiencias, y crea alternativas de diversión y placer para él.

De paso, el niño aprende a convertir fácilmente las palabras en ideas, imagina lo que no ha visto y hace con que consiga bucear en la situación emocional del personaje, probando sensaciones como el peligro, el misterio... El niño se divierte o llora a través de los libros. Aparte de esto, el niño aprende valores comunes. El de ser un niño bueno y amigo, por ejemplo, con Peter Pan. El niño desarrolla conciencias conociendo a sí mismo, formando criterios, sin contar que le ayuda a escribir y a relacionarse mejor socialmente.

Hoy día parece ser que el interés por la lectura ha experimentado un crecimiento por parte de los niños. Y la oferta ha estado acompañando esa demanda. Las editoriales de libros infantiles no solo aumentaron la cantidad de productos como también mejoraron su calidad. Si damos un paseo por las librerías y bibliotecas infantiles, podemos encontrar una infinidad de libros vestidos con las más curiosas ilustraciones, rellenos de los temas más interesantes... ¡Cada día son más irresistibles!
Además de esa oferta de libros, se nota también que se han creado espacios de lectura exclusivamente para los niños en las escuelas, bibliotecas, etc.

Los libros ya ocupan espacio incluso en muchas habitaciones de niños, desde su edad más temprana. Eso demuestra que los padres están cada día más conscientes del valor de la lectura. Y eso, estarán sumamente agradecidos por el resto de sus vidas.

El interés por la lectura puede ser sugerido al niño de una forma sencilla, espontánea y duradera.

Todos sabemos que es sumamente importante que los niños adquieran el hábito de la lectura, pero la gran dificultad reside en la falta de conocimiento de muchos padres en cómo situar a su hijo en este camino.

El interés por la lectura puede ser sugerido al niño de una forma sencilla, espontánea y duradera. El niño que empieza a tener contacto con los libros desde muy pequeño, antes mismo de aprender a leer, simplemente ojeándolos, según algunas investigaciones, se encontrará más preparado para tener éxito en los estudios y en la vida de una forma general.

El acto de leer o simplemente de ojear un libro hará niños más inteligentes, imaginativos y creativos. Y si eso es lo que quieres para tu hijo, no pierdas el tiempo. Empieza hoy mismo a construir ese hábito diario tan enriquecedor para él y para todos. Empieza ya a hacer de tu casa una gran biblioteca.


Fomentar la lectura en los niños y niñas

1 - Para empezar, es necesario que tu hijo te vea, siempre que sea posible, con un libro en la mano. Los niños sentirán más interés por leer un libro si ven que este hábito está presente en su entorno. Piensa que a los niños les encantan copiar. Que es su forma de aprender. Si ellos notan que les gusta leer y que tratan los libros con cuidado y respeto, ellos probablemente, harán lo mismo.

2 - Es necesario estar convencido de que la lectura debe ser empleada como una forma más de diversión y no como una obligación. Los libros no deben ser introducidos al cotidiano del niño solo cuando él esté aprendiendo a leer o solo cuando él ingrese en la escuela. El contacto con los libros debe empezar bien antes. Yo diría que antes mismo de empezar a gatear.

3 - Cuando el bebé consiga sentarse firme en el suelo o en la cuna, ofrézcale libros para que los maneje. Existen en el mercado pequeños y curiosos libros hechos con tela, e incluso con material plástico indicados para el juego a la hora del baño. Existen también pequeños diccionarios para que tu bebé se vaya familiarizando con las palabras, las letras, relacionándolas poco a poco a la imagen. El secreto a esta edad, es hacer con que el bebé vea el libro como un juguete más, con el cual podrá aprender, tornarse mayor, descubrir, crear fantasías, y oír muchas historias interesantes y encantadoras. Al principio, trate de dar preferencia a los libros ilustrados, con pocas palabras, y haga con que tu hijo lo toque, lo acaricie, lo huela, y tenga todo tipo de contacto con ello. Existen libros que contienen sonidos incluidos y también trozos de lana, y de otros materiales para que los bebés disfruten también con el tacto. ¡Los hay también con olores!.

4 - Cuando estén un poquito más mayores, lo ideal es leerles en voz alta, siguiendo siempre las historias del libro. Dé importancia especial al tiempo que dedica para tomar a sus hijos en los brazos y compartir con ellos el placer de leer un cuento, lejos de las distracciones de la televisión. Empieza con los cuentos tradicionales, clásicos, pero fundamentalmente elija libros que agraden a todo el mundo. Si un libro resulta aburrido, olvídelo y busque otro que sea interesante.

5 - Cuando tu hijo ya esté a una edad en que consiga estar más quieto en los lugares cerrados, llévale a visitar una biblioteca. Que el niño se familiarice con los libros, aprenda a manejarlos y así estará construyendo una amistad, un lazo con la lectura. Se sentirá más cercano al lugar y deseará volver muchas veces para elegir el libro que quiera.

6 - Otra forma de estimular el interés del niño por los libros, es convertir un libro en un premio. Cada vez que tengas que premiar a tu hijo por algo importante, regálale un libro sobre su tema preferido.
7 - Cuando tu hijo ya esté disfrutando de los libros hágale participar de la lectura. Cuando termine de leer el cuento pídale que le cuente lo que pasó con algún personaje, o incluso haga con que tu hijo adivine lo que pasará al final. Aproveche para hacer comentarios sobre las situaciones buenas y malas, y hacer comparaciones de un trozo de la historia con sus experiencias, como "¿qué harías en su lugar?"¿, "¿A qué nos ocurrió lo mismo un día?".

8 - Así que sientas que tu hijo ya se interesa por las historias, que se involucra con la trama, se identifica con los personajes, empieza a participar y a imaginar distintos finales, y a vivir variadas sensaciones riéndose, emocionándose, etc, no dejes de sorprenderles con nuevos cuentos. Dé continuidad a esta costumbre abasteciendo siempre vuestra casa con libros y además de revistas.

El libro es un juego desde el nacimiento del bebé.

Un libro en manos de un niño lo puede llevar a volar por mundos de fantasía, de imaginación, de magia... y llegar a transformar este encuentro en un verdadero torbellino de sensaciones, de voces y ruidos. Es que un libro es también una gran herramienta de juego, y como tal, tiene que estar presente en la vida de un niño desde su nacimiento. Un gesto tan sencillo como leer un cuento a un niño puede eternizar una afición enriquecedora durante toda su vida.
GuíaInfantil.com encontró un material importante sobre cómo convertir el libro en un juguete.

CINCO IDEAS PARA JUGAR CON UN LIBRO.

EL JUEGO DE LAS VOCES

Cualquier cuento por pequeño que sea puede trasformarse en un juego de voces y ruidos. A los más pequeños les encanta escuchar los cambios de tono: las voces agudas, las graves, las que imitan a los niños, a una bruja, los sonidos del agua, del viento, de los animales... Así aprenden a identificar a los distintos personajes: los buenos, los malos, los más jóvenes o los más ancianitos. ¡Lo cierto es que cualquier elemento creativo captará su atención!
Nota: Para niños y niñas de 0 a 8 años.

DIBUJA LA HISTORIA

Sólo se necesitan lápices de colores, cartulinas y un narrador. El juego consiste en que los niños y niñas representen las distintas secuencias del cuento: el principio, el nudo y el desenlace. Pueden hacer tantos dibujos como quieran, lo importante es dejar libre su creatividad. Además, observando sus dibujos se pueden aprender cientos de cosas: lo que más llama su atención será lo más grande, lo que menos le gusta lo omitirá o será muy pequeñito... ¡Les encantará tener sus propias ilustraciones de los cuentos.

HACIENDO TEATRO

Es hora de sacar del baúl de los recuerdos: un sombrero, unos guantes, collares de plástico, cinturones o un chaleco. Cualquier ropa antigua será el perfecto disfraz, también ayudará un set de maquillaje infantil para caracterizar unos bigotes, una cicatriz o unos coloretes. Representarán su cuento favorito.

EL SUPER DETECTIVE

Si lo que se quiere es desarrollar su atención, sólo hay que proponerles que sean un "Súper detective". El juego consiste en buscar pistas secretas: pueden ser colores, palabras que empiecen por la "A", la "B", palabras en plural, en femenino, en masculino, palabras que se escriben con "H". Puede establecerse un límite de tiempo o de palabras y al final pensar en una gran recompensa... ¿Qué tal su postre favorito?. Es fantástico para la ortografía, el vocabulario y el lenguaje.

INVENTANDO OTRO FINAL

Seguro que hay algún libro con un final poco divertido, así que la solución es tratar de inventar entre toda la familia el desenlace perfecto. Cada uno aporta su idea y entre toda la familia se decide que "trocito de historia" es el mejor. Es una forma de conversar sobre un libro: los personajes, el contexto, las distintas situaciones, etc. El juego se puede complicar en función de la edad de los participantes.

Los libros, igual que los juguetes, también siguen una orientación de acuerdo con la edad de los niños.

Los libros, igual que los juguetes, también siguen una orientación cuanto a la edad de los niños. Si das a un niño de 3 años un libro sin ilustraciones, por ejemplo, seguramente no le va a interesar. Un libro no adecuado a los intereses de la edad del niño, puede quitarle el deseo y el placer de leer o ojear un libro.
Y seguro que preguntarás: ¿Cómo deben ser los libros para la edad de mí hijo?
Pues aquí tienes la respuesta:

Libros para niños y bebés de 0 a 6 años

Deben ser libros ricos en imágenes e ilustraciones. Que tengan recursos para que la lectura no sea aburrida. Para que el niño visualice lo que está oyendo o leyendo. Se puede empezar con libritos de 5 páginas hasta los de 30 páginas. Es necesario, a estas edades, diversificar los temas para conocer después las preferencias del niño. Empiece con los cuentos de toda la vida, luego introduzca libros más técnicos sobre temas como el cuerpo humano, o históricos como la Biblia, o de aprendizaje como los diccionarios. El material también debe ser variado.

Libros para niños de 7 a 9 años

Deben ser libros ricos en historias de aventura, de magia, de misterios. La ilustración aún atrae al niño con estas edades. Ya pueden leer libros con más textos, y que hablen de situaciones y personajes más complejos. Se puede introducir libros con capítulos, para que siempre quede algo de sorpresa para el día siguiente. A estas edades, si tu hijo le gusta escribir, regálale un diario para que él pueda desarrollar su escrita y su lado emocional.

Libros para niños de 10 a 12 años

Pueden ser libros con más de 100 páginas. Las ilustraciones empiezan a desaparecer permitiendo espacio para la imaginación del niño. A estas edades, los niños ya comprenden casi todas las palabras y situaciones. Y seguramente ya tendrán sus temas de lectura preferidos. Ahora cabe apenas estimularlos en este sentido.

Objetivos

Objetivo General

El principal objetivo que nos motivo para realizar la investigación es contribuir a aumentar el hábito de la lectura en los niños.

Objetivos Especificos

*Potenciar la lectura comprensiva y la expresión oral.
*Animación a la lectura.